El sarcófago se hundió frente a la costa de Murcia cuando era llevado al British Musem en el siglo XIX Quieren contar con la colaboración de National Geographic y del descubridor del Titanic
Egipto sigue en racha a la hora de darnos noticias:
Egipto quiere buscar el sarcófago del faraón Micerinos en aguas españolas, frente a las costas de Cartagena, y está buscando financiación para ello, según fuentes del Gobierno egipcio.
El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Zahi Hawass, ha explicado que su institución ha pedido al canal de televisión National Geographic financiación para llevar a cabo un proyecto "que sabemos costará mucho dinero".
En concreto, a Hawass -siempre con el ojo atento al impacto mediático- le gustaría que National Geographic contratara los servicios de Robert Ballard, el hombre que se cubrió de gloria con el descubrimiento de los restos del Titanic en 1985.
El sarcófago de Micerinos -que en realidad se llamaba Menkaura, pues Micerinos o Mikerinos es la forma helenizada del nombre y la que ha pasado a las lenguas occidentales- se lo tragaron las aguas cerca de Cartagena en 1838, al naufragar una goleta de nombre Beatrice que lo llevaba, junto con otras piezas, al British Museum de Londres.
Hawass aclaró que el sarcófago estaba ya entonces vacío, y no se va a encontrar momia ni tesoro alguno, pues la tumba de Micerinos -la famosa tercera pirámide de Guiza- había sido saqueada a conciencia.
El sarcófago había sido hallado en 1837 por el arqueólogo inglés Howard Vyse, con el expeditivo método de dinamitar las entradas a la pirámide de Micerinos, como ya había hecho en la de Keops, para no encontrar más que el sarcófago vacío.
Un gran desembolso
Si el Gobierno egipcio consigue resolver la financiación de un proyecto difícil pero muy atractivo, entonces tratará la cuestión de los permisos pertinentes de exploración con el Gobierno español, ya que al fin y al cabo las aguas son españolas "y el proyecto de búsqueda sería conjunto" con España, aclaró Hawass.
Expertos en arqueología submarina subrayaron por su parte que el proyecto reviste gran dificultad y requerirá gran desembolso de dinero al no haber constancia del lugar exacto donde naufragó el Beatrice.
Si el pecio de la goleta se encontrara a menos de treinta metros, las tareas de excavación serían relativamente fáciles, pero si se hallara a cincuenta metros de profundidad harán falta equipos altamente especializados, sobre todo un tipo particular de bombonas de aire, y por consiguiente mucho más caros.
En todo caso, la falta de certezas obligará a hacer una prospección amplísima, primero con equipos de radar o sonar, todo ello sin la perspectiva de una recompensa segura.
En el supuesto de que se encontrase el sarcófago de basalto habría que determinar en qué aguas jurisdiccionales está, pues la competencia -autonómica o nacional- puede influir en el curso de las cosas, al igual que la titularidad del pecio y de sus restos.
(Fuente www.adn.es)
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