Científicos estadounidenses hallan madrigueras fosilizadas pertenecientes al Triásico, cuando el continente estaba unido a lo que hoy es África y todavía no estaba helado
Un equipo de paleontólogos estadounidenses ha descubierto por primera vez en la Antártida madrigueras fosilizadas de tetrápodos, unos vertebrados terrestres con dos pares de extremidades. Los restos tienen una antigüedad de unos 245 millones de años y pertenecen al Triásico, un periodo en el que aparecieron los primeros dinosaurios.
Sin embargo, estos refugios hallados en el continente helado se adelantan por lo menos 15 millones de años a los fósiles de huesos de tetrápodos encontrados con anterioridad en una zona de la Antártida denominada Victoria Land, según ha explicado Christian Sidor.
Sidor, profesor de biología en la Universidad de Washington es el autor principal del artículo sobre el descubrimiento publicado en la edición de junio de la revista Journal of Vertebrate Paleontology, una investigación en la que también han participado científicos de las universidades de Vanderbilt y de Wisconsin-Milwaukee.
Cuando en la Antártida no había hielo
Las madrigueras datan de una época en la que en la Antártida no había hielo, aunque las temperaturas eran bajas, ya que las dos zonas en las que fueron encontradas, la formación Lashly en Allan Hills y el glaciar de Wahl, están en el Círculo Polar Antártico.
"Hemos comprobado que los tetrápodos escarbaban y construían madrigueras en la Antártida en el Triásico", ha afirmado Sidor, que también ha reconocido que "hay muchas buenas razones" para este comportamiento en unas latitudes tan elevadas, tales como "protegerse de los elementos".
La mayor de las madrigueras mide 35,5 centímetros de largo por 15 de ancho y 7,6 de profundidad y, aunque en ellas no había huesos, su tamaño hace pensar a los expertos que sus moradores eran pequeños reptiles semejantes a un lagarto llamado procolofonido o un lejano pariente mamífero conocido como thrinaxodon.
Territorio unido a África
Los fósiles, que fueron descubiertos en varias expediciones realizadas en 2003 y entre 2005 y 2006, se generaron cuando la fina arena procedente del desbordamiento de un río inundó las madrigueras y se secó en su interior, según la explicación de los científicos.
"Tenemos pruebas fehacientes de que estas madrigueras fueron hechas por animales terrestres y no por cangrejos de río", afirma en el estudio Sidor, al referirse a la presencia de marcas dejadas por los reptiles al escarbar.
Las madrigueras son casi idénticas a otras encontrados en el pasado en Sudáfrica, algunas con restos de huesos de tetrápodos, en una zona que se considerada el mayor depósito de fósiles del mundo y que en el Triásico estaba unida a la Antártida como parte del inmenso continente llamado Pangea.
La aparente escasez de fósiles que se han descubierto hasta el día de hoy en la Antártida se debe, según ha explicado Sidor, a la dificultad de encontrar ahora en medio del hielo las rocas que entonces estaban en la superficie
Un equipo de paleontólogos estadounidenses ha descubierto por primera vez en la Antártida madrigueras fosilizadas de tetrápodos, unos vertebrados terrestres con dos pares de extremidades. Los restos tienen una antigüedad de unos 245 millones de años y pertenecen al Triásico, un periodo en el que aparecieron los primeros dinosaurios.
Sin embargo, estos refugios hallados en el continente helado se adelantan por lo menos 15 millones de años a los fósiles de huesos de tetrápodos encontrados con anterioridad en una zona de la Antártida denominada Victoria Land, según ha explicado Christian Sidor.
Sidor, profesor de biología en la Universidad de Washington es el autor principal del artículo sobre el descubrimiento publicado en la edición de junio de la revista Journal of Vertebrate Paleontology, una investigación en la que también han participado científicos de las universidades de Vanderbilt y de Wisconsin-Milwaukee.
Cuando en la Antártida no había hielo
Las madrigueras datan de una época en la que en la Antártida no había hielo, aunque las temperaturas eran bajas, ya que las dos zonas en las que fueron encontradas, la formación Lashly en Allan Hills y el glaciar de Wahl, están en el Círculo Polar Antártico.
"Hemos comprobado que los tetrápodos escarbaban y construían madrigueras en la Antártida en el Triásico", ha afirmado Sidor, que también ha reconocido que "hay muchas buenas razones" para este comportamiento en unas latitudes tan elevadas, tales como "protegerse de los elementos".
La mayor de las madrigueras mide 35,5 centímetros de largo por 15 de ancho y 7,6 de profundidad y, aunque en ellas no había huesos, su tamaño hace pensar a los expertos que sus moradores eran pequeños reptiles semejantes a un lagarto llamado procolofonido o un lejano pariente mamífero conocido como thrinaxodon.
Territorio unido a África
Los fósiles, que fueron descubiertos en varias expediciones realizadas en 2003 y entre 2005 y 2006, se generaron cuando la fina arena procedente del desbordamiento de un río inundó las madrigueras y se secó en su interior, según la explicación de los científicos.
"Tenemos pruebas fehacientes de que estas madrigueras fueron hechas por animales terrestres y no por cangrejos de río", afirma en el estudio Sidor, al referirse a la presencia de marcas dejadas por los reptiles al escarbar.
Las madrigueras son casi idénticas a otras encontrados en el pasado en Sudáfrica, algunas con restos de huesos de tetrápodos, en una zona que se considerada el mayor depósito de fósiles del mundo y que en el Triásico estaba unida a la Antártida como parte del inmenso continente llamado Pangea.
La aparente escasez de fósiles que se han descubierto hasta el día de hoy en la Antártida se debe, según ha explicado Sidor, a la dificultad de encontrar ahora en medio del hielo las rocas que entonces estaban en la superficie
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