Se trata del anfioxo, una especie de sardina que no ha cambiado en 500 millones de años y que se considera "clave" para entender la evolución genética del hombre
Un consorcio internacional en el que participa la Universidad de Barcelona (UB) ha secuenciado el genoma del que se considera el "eslabón perdido" de los vertebrados, el anfioxo o lanceta, un invertebrado marino que no ha cambiado en 500 millones de años y que se parece mucho al ancestro de todos los vertebrados, incluido el hombre moderno.
Así lo ha explicado a Efe el catedrático Jordi García-Fernández, del Departamento de Genética de la UB y uno de los responsables de esta investigación, que es portada en el último número de Nature y que ha permitido lograr un reto en el que trabajaban los científicos tras la secuenciación del genoma humano en 2001 y que será "clave" para entender la evolución genética de los vertebrados y el genoma humano.
Esta "primicia científica" desvela que "en el 95% del genoma se pueden encontrar regiones parecidas a las del genoma de anfioxo", según ha explicado el científico español, que ha añadido que sólo unos pocos de cientos de genes marcarían la diferencia entre el genoma humano y el del anfioxo.
La importancia de unos pocos genes
El hombre tiene algo más de 20.000 genes y el anfioxo unos 20.000 y parece que precisamente esos genes de diferencia habrían sido decisivos en el proceso evolutivo que dio origen a los vertebrados. El genoma de esta especie de fósil vivo es muy parecido al genoma de los humanos pero "mucho más simple" y su plan corporal también es una versión sencilla de lo que es un vertebrado.
Según las conclusiones de esta investigación liderada por Daniel S. Rokhsar, director del Joint Genome Institute (Estados Unidos) y en la que también ha participado, entre otros, Èlia Benito-Gutièrrez, doctora en genética en la UB y actualmente investigadora del National Institute for Medical Research de Londres, el anfioxo es "un modelo ideal para aspectos biomédicos, genómicos o de estudios de regulación génica".
Gracias a la posibilidad que se ha abierto para comparar el genoma del hombre y el del anfioxo han sido identificadas entre cincuenta y cien regiones del genoma humano "altamente conservadas" durante 500 millones de años. Se intuye que esas regiones son muy importantes aunque se desconocen aún sus funciones, según los expertos.
Un fósil viviente como una sardina
Para describir a este ancestro común de los vertebrados, García-Fernández ha explicado que el anfioxo se asemeja a una sardina de unos cinco centímetros pero sin aletas, ni vértebras ni apenas cerebro, pese a que sí tiene sistema nervioso y está dotado de un solo ojo.
El científico ha insistido en que los vertebrados forman parte de un gran grupo denominado los cordados y "el primero de todos ellos, el más antiguo" es el anfioxo. Todo apunta a que el genoma de los cordados, según García-Fernández, hace 500 millones de años era muy parecido al anfioxo y con el tiempo se duplicó, se multiplicó y cambió ligeramente dando lugar al genoma de los vertebrados, entre ellos el de los mamíferos.
"Parece que el genoma del anfioxo está congelado, es decir, es muy primitivo, y al compararlo con el del hombre se puede saber exactamente de dónde viene cada parte de nuestros 23 cromosomas evolutivamente", según el experto.
En la actualidad, hay 29 especies de anfioxo en las costas de todo el planeta pero en la investigación sólo se ha utilizado tres: Branchiostomoa floridae (Estados Unidos), Branchiostoma lanceolatum (Europa) y Branchiostoma belcheri (Asia). La genética molecular del anfioxo se inició en 1992, con la clonación del primer gen con secuencia homeótica, el AmphiHox 3.
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chidisimo
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